Para muchas personas, los vaporizadores ofrecen una alternativa más saludable al tabaco tradicional. Ya sea que se usen para cannabis o tabaco, las investigaciones sugieren que los vaporizadores reducen significativamente la cantidad de carcinógenos dañinos que inhalan los consumidores al eliminar el elemento de combustión.
Sin embargo, con el aumento de la atención mediática en torno a enfermedades como la EVALI y la neumonía por palomitas de maíz, el vapeo ha generado cierto escepticismo respecto a su seguridad general. Si bien estos casos han disminuido considerablemente en el último año, es fundamental que los líderes de las industrias del cannabis y el vapeo sigan esforzándose al máximo para desarrollar los productos más seguros posibles. Para ello, es fundamental comprometerse con rigurosas pruebas de laboratorio y utilizar únicamente componentes de cartuchos seguros y de alta calidad.
¿Es seguro vapear?
Vapear es una alternativa significativamente más saludable que fumar tradicionalmente. Cuando la materia vegetal se quema, libera humo, una mezcla de diferentes compuestos y contaminantes biológicos. Inhalar ese humo puede causar irritación leve, además de reducir la salud general del tejido pulmonar y aumentar el riesgo de cáncer.
Aunque algunas personas se refieren a las ondulantes columnas de vapor producidas por los vaporizadores como "humo de vapeo" o "humo de vapor", los vaporizadores en realidad evitan por completo el proceso de combustión. Los vaporizadores calientan el material a una temperatura más baja que la llama de un encendedor, produciendo un vapor mucho más limpio, compuesto únicamente por moléculas de agua y el material original. Si bien los beneficios para la salud de inhalar vapor, en comparación con el humo, son más drásticos al comparar los cigarrillos electrónicos con el tabaco tradicional, los mismos principios se aplican al cannabis. Sin embargo, esto no significa que vapear sea 100 % seguro.
¿Vapear es malo para los pulmones?
A pesar de ser una alternativa más saludable, vapear conlleva sus propios riesgos para la salud. En particular, en 2019, una serie de hospitalizaciones respiratorias de alto perfil relacionadas con el vapeo condujo al descubrimiento de la lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vapeo (EVALI). Los síntomas de EVALI incluyen ataques de tos, dificultad para respirar y dolor en el pecho, que generalmente comienzan gradualmente y se agravan con el tiempo. Finalmente, el aumento de casos de EVALI terminó vinculado a la presencia de acetato de vitamina E, un aditivo utilizado para aumentar la viscosidad del aceite de cannabis y el líquido para vapear. Desde que se identificó el ingrediente responsable, los casos de EVALI han disminuido drásticamente, presumiblemente porque tanto los fabricantes legales como los del mercado negro han dejado de usar acetato de vitamina E en sus productos.
Si bien la EVALI puede ser el riesgo para la salud más conocido públicamente asociado con el vapeo, no es el único. El diacetilo, un ingrediente que antes se usaba para dar sabor a las palomitas de maíz para microondas, también se ha utilizado como agente saborizante en la industria del vapeo. La exposición al diacetilo puede causar daño permanente y cicatrices pulmonares, una afección conocida como bronquiolitis obliterante o pulmón de las palomitas de maíz. Afortunadamente, es extremadamente raro que el vapeo provoque un caso de pulmón de las palomitas de maíz, y muchas agencias gubernamentales reguladoras ya han prohibido el uso de diacetilo en el líquido para vapear.
Uno de los mayores riesgos potenciales del vapeo podría provenir del hardware del dispositivo y no del líquido que contiene. Los cartuchos metálicos desechables y los componentes de vapeo de baja calidad pueden filtrar metales pesados tóxicos, como el plomo, en el aceite de cannabis o el líquido para vapear, que el consumidor acabará inhalando.
La importancia de las pruebas de laboratorio rigurosas
Con las pruebas de laboratorio realizadas por terceros, los fabricantes pueden identificar niveles peligrosos de metales pesados antes de que puedan dañar al consumidor. La mayoría de las industrias del vapeo no están reguladas, y fuera de estados como California, los fabricantes podrían no estar obligados por ley a realizar pruebas. Incluso sin obligaciones legales, existen varias razones por las que es prudente incorporar las pruebas de laboratorio en sus procedimientos operativos estándar.
La razón principal es la seguridad del cliente y los posibles peligros del vapeo, como la posibilidad de filtración de metales pesados, que representan una auténtica preocupación para la salud de los consumidores de productos de vapeo. Además, la mayoría de los laboratorios también analizan otros posibles contaminantes como micotoxinas, pesticidas o disolventes residuales, además de determinar con precisión la potencia. Esto no solo ayudará a proteger a los clientes actuales, sino que también ayudará a atraer a nuevos clientes. Para muchos consumidores, el hecho de que un producto se haya sometido o no a pruebas de laboratorio será el factor determinante a la hora de comprar un cartucho de vapeo.
Durante los últimos dos años, la amplia cobertura mediática sobre los peligros del vapeo ha hecho reflexionar a muchos usuarios. Una de las mejores maneras de demostrar el compromiso de la industria con la salud y la seguridad es implementar pruebas de laboratorio a mayor escala.
Cómo evitar la lixiviación de metales pesados
Las pruebas de laboratorio son la última línea de defensa contra la lixiviación de metales pesados, pero los fabricantes pueden eliminar por completo los riesgos de contaminación por metales pesados evitando por completo los cartuchos de metal.
Elegir cartuchos de cerámica en lugar de plástico y metal no solo crea un producto más seguro, sino también más atractivo. Además de eliminar por completo el peligro de filtración de metales pesados, los cartuchos de cerámica producen caladas más abundantes, con un sabor impecable y que sus homólogos de metal. Los elementos calefactores de cerámica son naturalmente porosos, lo que crea una mayor superficie por la que pasa el líquido. Esto se traduce directamente en nubes de vapor más grandes y un mejor sabor. Además, como los cartuchos de cerámica no utilizan mechas de algodón, los usuarios no pueden experimentar una calada seca con mal sabor.
En general, vapear se considera una alternativa más saludable que fumar. Sin embargo, existen riesgos potenciales para la salud que, como industria, no podemos ignorar. Al comprometernos con prácticas de prueba meticulosas y adquirir equipos de vaporización de mayor calidad, podemos mitigar estos riesgos y ofrecer los productos más seguros posibles.
Hora de publicación: 30 de septiembre de 2022